Usos tradicionales
Los Bereberes han utilizado el Aceite de Argán durante siglos como fuente alimentaria o para combustión para aportar calor. Sin embargo, en cosmética al Aceite de Argán se le ha dado un uso más relevante. La producción de Aceite de Argán es un proceso muy demandado y laborioso, el cual se realizaba a mano hasta hace poco. Tradicionalmente, las personas recuperaban los frutos secos que se encontraban entre las heces de los animales. Estos frutos tienen una cáscara muy dura, que se rompía con una piedra.
Mediante este arduo proceso, realizado por mujeres, se obtenían una, dos o tres semillas con forma de almendra. Éstas contienen un 50% de aceite, que se extraía en una prensadora que funcionaba gracias a la fuerza motora de los animales.
Tradicionalmente, el aceite se utilizaba ingiriéndolo como agente protector en enfermedades del hígado y la circulación sanguínea, como el colesterol alto o arterioesclerosis. Es un excelente tónico y se cree que tiene cualidades afrodisíacas. Por lo general, fortalece las defensas naturales del cuerpo.
Científicamente, se ha establecido que el Aceite de Argán contiene casi dos veces más vitamina E que el aceite de oliva y es rico en antioxidantes. También contiene esteroles que no se encuentran en otros aceites vegetales, que tienen propiedades calmantes y antiinflamatorias, y son beneficiosos para condiciones reumáticas o artríticas. Los ácidos grasos esenciales afectan la fluidez celular, ayudan a prevenir la pérdida de hidratación de la piel y de los revestimientos de la nariz, pulmones, sistema digestivo y cerebro. También juegan un papel en la formación de las prostaglandinas, de las cuales algunas reducen el dolor y la inflamación, mientras que otras mejoran la circulación sanguínea.
El segundo prensado del aceite se utilizaba en la fabricación de cosméticos y jabones caseros. Los productos para la piel, hechos de Aceite de Argán, suavizan la piel y reducen las arrugas mediante la restauración de la capa lipídica de la piel.
El Aceite de Argán es uno de los aceites más caros del mundo, y se vende en Marruecos como un artículo de lujo (aunque es difícil de encontrar fuera de la región donde se produce). El aceite tiene una importancia en crecimiento para las compañías de cosméticos europeas. Su precio refleja el trabajo necesario para su obtención.